COMENTARIO




LOS DESPLAZADOS


Después de iniciar este blog con “La vida entre paréntesis” y “Los silencios”, narraciones estrechamente vinculadas a mi experiencia personal, deseaba comentar acerca de algún tema que me conmoviera especialmente.

Pero el tema inspirador tardó en manifestarse, hasta que por fin los personajes fotografiados por el norteamericano Brian Sokol para la exposición “The most important thing. Retratos de una huida”, que se exhibe en CaixaForum Madrid, lograron emocionarme profundamente.

¿Cómo no emocionarse ante esas miradas frontales que contienen tanta soledad, tanto miedo, tanto dolor? Personas que han tenido que abandonar en este caso  Siria, Sudán del Sur, República Centroafricana o Mali (pero también Irak, Ucrania o Nigeria), a causa de la violencia y la injusticia más extremas. Personas despojadas de casi todo, que nos muestran lo más importante que se han llevado en su huida y que los vincula con su origen, su pasado, su fe, su trabajo, su esperanza, su futuro.

Personas iguales a cada uno de nosotros, acongojados espectadores de sus impotencias, de nuestras impotencias frente a tanta barbarie, frente a tanta crueldad desatada a lo largo y ancho de nuestro maltratado planeta.

Retratos en blanco y negro, austeros y concisos en su expresividad, exactos en sus propósitos de sensibilizarnos. Comprometidos testimonios sociales del fotoperiodista Brian Sokol para una exposición organizada con la colaboración del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Por último, complementando y confirmando el tema, leo en un periódico que el Consejo Noruego para Refugiados (CNR) informa que la violencia causó el desplazamiento de 38 millones de personas en 2014, generando la mayor crisis humanitaria mundial desde la Segunda Guerra Mundial.

¿Podemos ser indiferentes a esta sistemática violación de los más elementales derechos humanos? 





Algunas fotos con sus textos de la exposición en CaixaForum, Madrid:




Doud Ag Ahmidou, 45 años, con su esposa e hijos en el campamento de refugiados de Goudebou, en Burkina Faso. Huyeron de su casa en Malí después de que un pueblo vecino fuera atacado y muchos de sus habitantes fueran asesinados. Lo más importante que Doud se llevó en su viaje fue la almohada tuareg que sostiene en su mano derecha. Dice que la almohada le proporciona una conexión directa con sus antepasados y sus tradiciones, y que le ofreció comodidad a su familia en la huida.







El bombardeo aéreo obligó a Ahmed, de 10 años, y a su familia a huir de su casa en la aldea de Taga, en el estado de Nilo Azul de Sudán, siete meses antes de que se tomara esta fotografía. Lo más importante que pudo llevarse consigo es a Kako, su mono mascota. Kako y Ahmed hicieron el viaje de cinco días desde Taga hasta la frontera con Sudán del Sur juntos en la parte trasera de un camión. Ahmed dice que no puede imaginarse la vida sin Kako, y que lo más difícil de abandonar el Nilo Azul fue tener que dejar al asno de su familia. Campamento de refugiados de Jamam, Maban, Sudán del Sur.








Alia, 24 años, en el campo de refugiados de Domiz en Kurdistán, Iraq (15 de noviembre de 2012). Alia huyó de Daraa, Siria, debido a los combates cuatro meses antes de que se tomara esta fotografía. «Al principio del conflicto mi familia decidió quedarse porque pensábamos que terminaría pronto. Tenía miedo de que huyeran y me dejaran sola», confinada en su silla de ruedas y ciega. Alia dice que lo único importante que se llevó consigo es su alma, «nada más, nada material». Cuando se le preguntó sobre su silla de ruedas se sorprendió, ella la considera como una extensión de su cuerpo, no un objeto.







Iman, 25 años, con su hijo Ahmed y su hija Aishia en el campo de refugiados de Nizip, Turquía (4 de diciembre de 2012). Tras meses de conflicto, Iman decidió huir a Idlib al oír hablar de casos de acoso sexual a mujeres en Alepo. Poco después de su llegada, Idlib fue atacado e Iman perdió a cinco miembros de su familia, quedando destruida la casa donde se refugiaban. Entonces huyó a Nizip. Lo más importante que Iman se llevó es el Corán que sujeta en esta fotografía. El Corán le inspira sensación de protección. «Cuando lo tengo conmigo, estoy conectada con Dios», explica.






 “The most important thing. Retratos de una huida”. CaixaForum Madrid



1 comentario:

  1. Conecta este comentario tuyo Mario con la gran y profunda arcada que vengo sintiendo en las últimas semanas al ver las noticias y leer la prensa.Tumbada en la playa se nubló al instante el espectacular cielo de verano cuando leí los abusos terribles y temibles que han de soportar niños y mujeres en los campos de refugiados y cada día hemos de acompañar el desayuno con la destrucción de nuestro pasado , origen y tesoro para la humanidad como Palmira , ahora reconvertido en escenario de ejecuciones .Patrimonio , Humanidad, Refugio ....todo ello reducido a Cenizas . Aún así , y conectado con tus poesías contesto : sí,sobrevivirán aquellos que puedan levantar la vista del dominical o apagar la tele y aún tengan ganas de arroparse en la playa para buscar entre las nubes alguna estrella fugaz esa noche y preguntarse porqué algunos lo ponen tan difícil.Besos. Teresa

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